Silencio Hospital

Quisiera volver a nacer.

Y asustar a una enfermera oficiando de partera y gritarle en la oreja que cuenta sus horas para estar con los que deja mas que con los que ella trae. Y mientras se distrae mostrarle en mi ojo un guiño y que sepa que su susto lo provocó un niño y que sin saber, cómplice la hizo.

Quisiera volver a nacer.

En hospitales, en emergencias y en domingos sin mi padre. Entre gente que necesita más lo mio que yo, porque los vivos serán muertos pero no hay muertos como los que uno dejó.

Sanatorios, hogares, lugares donde se me crió, entre filos, bisturíes, escalpelos, pinzas, gasas, agujas e instrumentales. Pasillos a los cuales la muerte compró.

Quisiera volver a nacer.

Y tomar un ascensor desde cunas de estreno, de quienes tienen dos meses menos pero dos meses más y de quien es capaz de asumir que la sotana hace dos meses recibió.

Quisiera comer, menúes insípidos, despidiendo líquidos, en catéteres, sin esfínteres, por canales, mangueras, por material descartable, por usar lo que se tira una vez que se usó.

Quisiera volver a nacer.

Y pasear por la morgue y mirar ofertas, de parca de etiqueta blanca, de texto colgando de los piés, de comida fría, de aluminio, de descarte, de bateas de bufet, de Lucifer, de babeante cementerio o de mapa hacia donde vamos.

Quisiera volver a nacer.

Y de blanco mover una silla de rodado y conformarme con haber asustado a un practicante en residencia y haciendo de Dios ausencia, que el temor sea la profesión.

De dudar de tubos blancos, de pasillos, de cepillos, de almohadas, de gelatinas, de diplomas, de juramentos. De Hipócrates, de democracia y que hipocresía sea la fantasía del éxito de salvar vidas.

Quisiera volver a nacer.

Y que puedan ver que lo monetario eclipsa calendarios y que lo necesario no es sostenter sino contener lo primordial.

Quisiera volver a nacer.

Y nacer antes, y vivir meses en cunas, en plástico, en falsos cuartos, adaptados, infantiles, febriles por todos lados. Inanimados, sobrecargados de sueños, de querubines, de osos, de banderines, de frases, de globos, de sueños, de moños y de padres esperando lo que menos esperaban.

Quisiera volver a nacer.

Y a las urgencias entre llamadas, entre gente desesperada y de quienes esperan, quienes delegan, quienes rezan, quienes gozan y de quienes rozan la infelicidad.

Quisiera volver a nacer.

Y que tubos, y que camas, y que botones y que pulmones me respiren. Que doctores me revisen y cuiden, para que el alta, me libere de su mente. Que seamos gente, sana, fuera de su importancia.

Quisiera volver a nacer.

Y volver al alcanfor, a la morfina, a mentol, a la medicina, a recetas, a curas, a doctrinas, a manuales, a vademécums llenos de soluciones.

Quisiera volver a nacer.

Quisiera volver a nacer y cuando me cacheteén para gritar, todo ésto junto una vez más voy a manifestar.

Quisiera volver a nacer.