Sigues latiendo en mi herida

Mentiría si dijera que no me dueles aún,
si negara que me hiere
saber que tu vida continúa lejos de mí.

Mentiría si dijera que ya eres pasado,
aunque sé que dejarte ir
fue la decisión más sabia.
Y, sin embargo,
sigues latiendo en mi herida.

Te pienso todavía,
pero ya no con amor,
ni con rencor,
ni con rabia.
Te pienso desde la quietud,
desde los recuerdos que todavía iluminan,
desde los instantes que fueron refugio.

Fuiste mi primer abismo compartido,
mi primera entrega.
Un fragmento inmenso de mí
que guardaste en tu partida,
y que yo, con paciencia,
voy aprendiendo a reclamar de nuevo.

AINARA BERDIE IGLESIAS