Siesta

Entre lo que dormí de noche y de siesta

Te soñé tres veces.

En todas me diste mucho miedo,

Debe ser que Plutón en Acuario te demoniza.

Cuanto más te veo en sueños, más deforme.

Tu piel velluda era un cuero seco, rancio,

Te movías ágil y torpe como una araña enorme

Que aterroriza, pero la asustada es ella.  

Te trepabas a todo para esconderte de sentir,

En el sueño te buscaban para acabarte

Y por alguna razón medio tétrica, medio mágica;

sólo yo sabía dónde encontrarte.

En el último sueño eras un vos futuro muy vacío,

Entendí el verdadero terror de Kafka y sus bichos/ personas.

Este último sueño me sacudió una siesta de verano,

El ventilador giraba furioso como el

Buen amigo que intenta rescatarte de una pesadilla.

El cuerpo y la cara marcados por las costuras de las sábanas,

Me laceraron la piel como si fueran tus dientes y tu succión.

Lo que más me asusta no es tu monstruosidad

Ni esa habilidad de convertirse en pesadilla que tiene la gente

 Cuando no sabe vivir ni elegir desde el amor.

Lo que más me espanta es sentir que mi agujero

Se llena si te me apareces onírico, aunque sea horrible.

Las migas de vos con las que me conformo.

Me asusto de mi misma, lo hondo que me calaste

Aunque seas una fiera indomable, torpe, araña,

Bicho y vacío.

Me asusto de esperarte, buscarte, encontrarte;

Para abrazarte, cuidarte, sacarte la piel de serpiente

Y que vuelvas a ser afelpado y sudoroso.

Me da miedo el tiempo que pasa

Y yo sigo girando como un animal perdido

En el bucle de tu frente.

Ayer alguien me dijo: “Él va a volver siempre,

De miles de formas, está en vos abrir la puerta”

Si vas a ser un monstruo ojalá no te des cuenta

Que tenes todas mis llaves en tu bolsillo,

Ojalá no me agarres medio vulnerable, medio dormida,

En una siesta de verano.

Ojalá tengas algunas respuestas, 

Ojalá puedas sacarme de las pestañas

Esa cortina de sombras

Con la que vivo desde hace un año.

Ojalá no salgas de un cuento de Kafka.

Ojalá seas abrazo.