Siendo.

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¿Por qué si no?

Hay mundos por ahí, lo afirmo porque todo lo posible acaba siendo (tiempo hay para ello), con vidas procariotas tan sin sentido como la oficina del español de Toni Cantó, como los discursos de Feijóo, como tener capacidad para autodestruirse más de una vez.

Hay lugares tan lejanos que si pudiéramos verlos y seguir viendo en esa misma dirección, acabaríamos viéndonos la espalda.

Hay lugares catastróficos y maravillosos. Contemplarlos sería glorioso y terrible. Convendrá solo imaginarlos.

En el Todo cabe todo. Por eso somos.

No existe un afuera, una frontera. Lo que hay es lo que es. Y es más que suficiente.

¿Dios?

Existe Dios.

Sí, como existe el unicornio. Cada dios es porque alguien quiso creer, porque alguien decidió que fuera. La imaginación es génesis para la conciencia del Universo. Al igual que nacemos por unos actos concretos, nacen los dioses por pensamientos.

Al igual que los libros, cada mente es un continente. Hay seres con más de un cerebro. Así es el Todo. Infinitas conciencias. Vidas músculos. Vidas preguntas y respuestas.

Conocerse es el único sentido.

¿Para qué?

Para tener algo que hacer.