¿Será que algún día podré cerrar la herida?

No quiero que vuelvas, quiero más tiempo.
Necesito paciencia para afrontar este duelo.
Necesitaba que me dejes estar, un poquitito más.
Mentiría si te digo cuánto.
Necesitaba recorrer tus rincones una vez más,
apreciar tus heridas, tus sombras y vidas.
Necesitaba que me dejes estar.
Arrancaron mi cuerpo de tu lado, pero mi alma se quedó acompañándote.
No me culpes por no soltarte, no me diste tiempo de hacerlo.
¿Será que algún día podré cerrar la herida?
Si nunca me diste el tiempo suficiente para que pueda dedicarte, aunque sea
un último suspiro,
y ahora me encuentro en completa desesperación,
recorriendo calles sin salida por el microcentro,
buscando algo que se asemeje a vos.
Que me hiera de la manera que lo hiciste cuando todo comenzó.
Que me embriague con tus palabras de doble sentido,
y ese cuchillo afilado que me mostraste al verso de que era inofensivo
tranquilo, así como vos.
Nadie quería verte en llamas,
pero todos jugábamos con fuego cerca tuyo,
sin miedo de que todo acabara.
¿Qué intentarán decirme ahora para que te suelte?
si igual nada es suficiente.
Yo nunca lo fui para vos,
ni vos lo fuiste para mí.
Solo estábamos ahí, para hacernos un poco más de daño.