amar es ver,
y ser amado es ser visto.
en mi mente esa frase se repite constantemente, todos los días, resuena sin parar. ¡amor mío! yo te veía, yo te ví, yo te veo. yo te pienso, yo te adoro, yo te añoro. yo, yo, yo, pero todo gira en torno a vos, vos, vos, ¡vos y tus ojos color marrón! vos y tu voz que extraño oír hablar con palabras de amor, la vida sin vos que no tiene sabor, no tiene color, no da calor escuchar mi nombre ser pronunciado por voces que no son la tuya. sé que me viste primero, eso quiero creer, algo en mis versos te cautivó, algo en mis delirios febriles traspasados a sentir extraordinario, musa de canciones que nunca serán oídas fuera de aquella maldita ciudad. algo en tu sonrisa, esa hermosa sonrisa, me hizo creer que existía Dios, y más aún, te hizo deidad,
fuiste vos mi santo, fuiste vos mi credo,
tu nombre en mis plegarias, tus besos en mis anhelos, un milagro volver a oírte, una utopía que vuelvas a amarme. ser amado es ser visto, sé que tus ojos se posaron en los míos por un corto tiempo, pero ellos aún te ven con ternura. poco tiempo juntos, o no… no mucho, ni poco, ¡bastante! lo suficiente como para que los busque en cada mirada que se posa en mi cuerpo con deseo, con cariño, con anhelo. lo suficiente para querer que cada cabellera rubia, o pelirroja, que cada sonrisa pequeña o fugaz, se asemeje a tu persona. ¿te parece bien que te quiera por dos semanas más? cómo dije antes, no es mucho, ni poco, es bastante, en esas dos semanas puedo juntar todos los versos que escribí en tu espera, que sabrían que serías vos cuando llegaras, los escritos con tu presencia, y los póstumos, póstumos a nuestro amor, cada palabra que te eternizó, que te hizo santo, que te hizo credo, que te hizo Dios, que formó tu nombre en mil plegarias desesperadas, en esas dos semanas puedo reunir todas las palabras de amor que sé, y las que pueda llegar a aprender en todas mis vidas, para quemarlas y que tu nombre ya no exista en mi religión, pero que el mundo conozca a este santo que pienso dejar de adorar,
¿de qué sirve la fé eterna,
si en toda esta vida no he visto ni un solo milagro que te corresponda?
ser amado es haber cambiado,
no he sido la misma Venus sin la luz del Sol,
no he sido la misma, pero soy más sabia,
los ángeles me dan respuestas para el mundo,
pero yo temo preguntar por mí,
ser amado es ser conocido,
ya no te conozco,
ya no sé quién sos, ya no sé de qué chistes te ríes,
o qué libros has leído,
ya no sé si tus ideales van de acuerdo a mi amor por la historia,
mi amor por la igualdad, peco de soñadora,
al creer que alguien como vos seguiría siendo tan perfecto,
ser amado es ser conocido,
no conozco ni un apice de quién sos vos,

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