Señor Gabriel

Argentina, 05.02.1997

Señor Gabriel:

"El alcohol yéndose de mi cuerpo al día siguiente de seguro va a hacer que me arrepienta de esto, pero necesito desahogarme...de todas formas dudo que la leas ya que pasó tanto tiempo que lo mas probable es me hayas olvidado.

Hace 5 años hiciste que por primera y única vez sienta algo que solo vos pudiste lograr, algo que en ese momento no estaba del todo bien, pero a nosotros nos encantaba.

Puedo decir que hoy, con 22 años y casado, todavía no olvido lo sucedido en ese último año de colegio; te mentiría si te digo que no tengo un granito de fe de que algún día vas a golpear mi puerta diciendo que queres volver a ser lo que fuimos, pero se que eso es imposible:

Es imposible porque te da miedo admitir que no estas enamorado de tu esposa, sino de alguien que fue tu alumno, tanto miedo te da que de seguro está carta la quemes antes de que ella la lea porque no queres que sepa que te gustan los hombres...ay Gabi, si supieras que ella ya lo sabe, obvio que sabes que ya lo sabe, pero no se separan por dos cosas: ella no lo hace porque te ama y vos no lo haces por miedo. No culpo tu decisión, a mi también me da miedo, sino no me hubiese casado, pero yo a diferencia tuya dejaría la vida que formé hasta ahora con mi mujer para comenzar una con vos.

Con esta carta lo que hago es intentar despedirme, despedirme de mi memoria, de las sensaciones que me generó tu piel, de tu amor tan efímero; intentar despedirme de vos principalmente, dejando el recuerdo de lo que vivimos solo como un humo desvaneciente"

Con amor y siempre tuyo, Sebastián

𝑺𝒆𝒃𝒂𝒔𝒕𝒊𝒂𝒏