El sudor comenzaba a correr sobre su tersa frente.
Dedrick se seca con la manga derecha que sostenía la esponja de acero.
Exhala su último suspiro el pote anaranjado que exprimía, con la esperanza de que diera una pequeña dosis más de desinfectante en crema.
Refriega con energía las esquinas de los pálidos zócalos quitando cada pequeña mancha.
Se incorpora, mantiene los brazos en jarra y observa de un lado a otro la gran cocina circular del restaurant que lo cegaba en brillo luego de tan meticulosa limpieza.
Mira el reloj a su izquierda... la hora de cierre, 23:45pm.
Sonríe de costado ajustando el nudo de la bolsa que contenía los plásticos que protegían las superficies.
Se dirige a un pequeño bulto en un rincón, una gran bolsa de lino que ahora comenzaba a emanar una mezcla de aromas dulces, como las orquídeas que le recordaban al empalagoso perfume que usaba Adeline. Y nauseabundos que le recordaban haberse sentido un cerdo más al ser encerrado en el fondo de la helada cámara para buscar los malditos perniles que utilizaban para el plato estrella. El Schweinshaxe.
Se inclinó de cuclillas, hasta que su nariz estuvo a la mitad de la bolsa. Cruzó su brazo derecho, acariciando las cicatrices de su espalda y susurró casi en un murmullo...
- Limpiarán los cubiertos con sus labios, felicitarán a cada chef involucrado en sazonar los platillos. Al fin, las marcas de mi cuerpo sanarán y tu recuerdo de mi mente será desechado como tu carne de la mierda de cada comensal.

Chiara Antichi
Bienvenid@ a mi perfil. Escribo cuando me siento con emociones muy fuertes. Siento que es una muy buena forma de canalizarlas. Espero puedan disfrutar mis cuentos ☺️
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión