me inundas de tristezas
de aguas negras
putrefactas
ahogado en la sangre derramada
por la ausencia de mi amada
mi alma rota por una vida encadenada
mi pecho sin aire de tanto proclamarla
una vez herido mi corazón sangra
no encuentro el despido
que el me implora que haga
no le encuentro el sentido a dos almas desahuciadas
las ruinas nos abrazan
en este mar podrido que una vez llamamos casa
ahora ahogándonos en esperanza
de una historia que no será contada
de una vida que seguirá siendo soñada
de este cuerpo muerto que seguirá buscándola
de estas cuerdas vocales cansadas de llamarla
de estas manos cortadas tratando de repararla
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