rogá un milagro de marzo

siempre que me sientas quiero que recuerdes: me fui de vos. me alejé tanto para no palpar ni tus pelos crispados.

no te quiero sentir. sentirte implica una emoción densa y acaparadora como la estela de tu pelo. donde estés sos disturbio, sos problema.

cada vez que escucho tu nombre quiero huir. huyo de tu idea, de tu voz que tanto odias.

te odias tanto que es transferible, transparente. se nos vuelve inevitable.

todo el "potencial" que tenés se contrae, suprime y olvida de solo recordar tu naturaleza manipuladora que espanta.

no sabés lo que es disfrutar. no sabes lo que es el amor sin odio. no sabés lo que es reir sin culpa.

la culpa te habitará hasta el día que nadie te recuerde. incluso muerta te comerá la culpa de seguir viva en la memoria colectivo de quienes conserven tu recuerdo

porque creaste alrededor tuyo una narrativa que no te representa. no te gustas. no te gusta quien sos ni te gusta cómo sos percibida . y esa va a ser tu condena si no te expropias de la idea de víctima universal que reprime toda esa belleza embarrada y aterrada.

porque lo tuyo ya no es depresión. no es ansiedad. es algo más. estas empedernida en hacerle ver la vida desde un paradigma tan gris a quien no lo tiene. a quien puede ver a través de tus ojos negros. a quien puede reconocer que vos no sos así.

tu sufrimiento nace de la superficialidad, de la envidia, de no tener lo que queres, pero tampoco buscás: patético. teniendo un camino tan desplegado para hacer de tu ojo creativo un sistema solar elegís mirar para los costados, porque el pasto del vecino siempre lo ves más verde.

el mundo en el que vivis puede ser tan distinto si tan solo lo haces tuyo. si no te ofuscarías tanto por la más mínima mosca que ni sangre te chupa.

disfrazate, inventate. yo te admiraría si podrías olvidarte de tu personalidad enemiga y personalizarte nueva, a tu gusto, a tu cultura, a tu educado criterio. porque sólo pienso en vos cuando puedo imaginarte como quien fuiste, como quien me inspiró, como quien admiraba. cuando pude sentir esas pequeñas gotas de tu creatividad e intelectualidad me envicié, me enamoré de esa persona que eras muy rara vez. sueño con esa persona que tanto quise, tanto cuidé.

te protegí muchisimo. siempre que pude poner el cuerpo y alma por vos lo hice, hasta cuando no debí. hasta te protegí de mi cuando me fui. pudo haber sido peor.

si estabas esperando una señal, un mimo, quiero que sepas que yo te conocí. conocí lo mejor de vos, y me obsesioné con protegerte de todo. hasta que te sentiste tan cómoda en mi protección, que proyectaste tanta tristeza en mi. tanta mierda, tanta frustración. me frustré protegiéndote, y me desprotegí.

me frustré buscando ser tu consuelo y nunca lo lograba. terminé tan drenada que viví una vida automática.

pero ya no soy tu consuelo. y si lo soy, debo serlo solo porque existo. porque existe el recuerdo de nuestros rulos enredándose, de nuestras risas armonizando. porque cuando sientas que nadie te conoce, recordá que yo sí te conozco. yo sé quien sos, quien supiste ser cuando las estrellas se alinearon.

pero no quiero vivir mirando tu cielo. no quiero vivir esperando el momento histórico en el que tu constelación refleje el destello magistral de ese sol que no amanece.

no quise. no quiero todavía. no sé si voy a poder verlo. quizás me cegue el eclipse.

sólo quiero que sepas que hay otros amaneceres, hay otra manera de leer la luna. y no te puedo mostrar mis lecturas si envidias mis ojos.

el día que el sol refleje en tus rizos la estela del amor que te dí, quizás te sientas tan preciosa que te comas el mundo. quizás estemos listas para amarnos mejor que como lo hicimos, aunque no confío ni lo espero. quizás, reflejado aquel sol, puedas amar a alguien tan desinteresadamente como te amé.

mientras tanto,

rogá un milagro.