requiem du scarabée noir

ahogándome en mí dolor

interminable e intermitente

se me clava como cuchillos

sabiendo que no estás

en mí río ni en el puente

como estuve hoy

espectante

a tus besos y caricias

expulsado de las llamas

nada quema solo está vacío

cómo mí pecho desde este sábado

sabiendo que nadie espera

que nada importa

será que estoy destinado

a soñarte siempre

el futuro que imaginamos

solo en el reino de morfeo

será que serás mía

cómo lo fuiste

frente a las estrellas del sur

en las fotos que atesoro

soy nada y muero en la ignorancia

y un cementerio de sombras

que muestran el camino

para el final de este año

me entierran sin compasión

con la tierra, fría, húmeda

que no me reconforta

y me hace pensar

en tus manos cuando acariciaban

mí pelo largo que vos cortabas

las lágrimas no cesan, pero no caen

mamá me pide que pare de morir de pie

que no sirve amar tanto

pero no sabe

que el amor que cargo es tan pesado

que me hunde en mí egoísta melancolía

me hace odiarme porque se que no puedo odiarte

nunca podría hacer, más que amarte

esperando el impacto

crudo

insensible

del periplo vital que se apaga

cómo se apaga la llama en este invierno

que se sintió tan extraño

sin tus besos ni tus ojos

explotando la cabeza para no resurgir

extinguiendo las últimas y crepitantes cenizas

pero sera esa esperanza

cómo el olor al sándalo que me hace imaginarte

atemporal en los límites de mí memoria

seré polvo porque nada cambia

porque al final soy culpable de todo

cómo soy culpable de amarte para siempre

aunque no te sirva, aunque no te llegue

y tal vez en otra vida

cómo me dijo una señora

pero no quiero pensar que en esta

existe una flor en un jardín prohibido

y que la distancia protege

como el dragón a las hesperides

así mí ninfa del atardecer

por vos tomaría

cualquier camino hasta la inmortalidad

pese a que cada minuto de existencia duela

para recordar toda la vida

mis minutos más brillantes

como ese extraño brillo, azul dorado

que se me escapa en estás noches

arruinadas por el recuerdo

la nostalgia

esperando que el futuro

me tire una soga ya sea para salvarme

o para colgarme

pero para terminar este camino

plagado de dolor

con la voluntad cansada

la cabeza reventada de tantos mensajes

y tanto silencios

no sé si la espera me servirá de algo

no sé si existir servirá de algo

solo espero que termine

cuando el solsticio acabe

me duele tanto existir que no puedo

no necesito

pero el corazón es tan tirano

que me ata a un amor tan pesado

que me está matando

un día a la vez

cómo te dije una mañana

volviendo en el tren

los recuerdos no son difusos

son claros como el agua de una pequeña laguna

que me mira indolente

cómo me miro yo

detestando cada parte de mí

amando solamente para no perder

la última esperanza que me regalaste

creciendo tu altar

haciéndome odiarme

escribiendo versos que no alcanzan

para cerrar las distancias

dentro de este mar inmenso

que en su inmensidad

oscurece los pasajes

de mis más terribles momentos

espero verte un día

algún día

tal vez de nuevo

con tus manos en mí pelo

en el tren

volviendo en el tiempo

anclado en los recuerdos

te perdí pero no te pierdo

si espero

creo que mientras me de el pecho

la voluntad quebrantada

se sostiene en un ratito

en el bar que me mostraste

donde dejamos nuestras almas

duras y alejadas

hoy, sin mí lirio

perdí el color y tal vez

nunca lo encuentre

pero pese a cualquier advertencia

cualquier presagio

espero

sin sentido ni final

espero aunque me lleve a la muerte

te espero, brujita floral

mí lirio, mí orquídea, mí todo

siempre azulada, bañada

en ese aire de melancolía

que tus hortensias tornasoladas

algún día

me vuelvan a tocar

calidas y perfumadas

como los besos que me dabas

cuando la existencia nos unió

esperando que las mareas me traigan

pero como Ulises, reboto

entre dolores y silencios

rotos como mí alma

cómo mí pecho

sin vos

algún día

quien sabe

con vos