Ni un mosquito me picó y eso me pareció raro. Cuando llegamos nos dijo que nunca vio una crecida así, que era x la sudestada, lo cual también era raro. La casa flotaba como un circuito cuadrado en el que girábamos y jugábamos a perdernos. El pony mojado hasta sus rodillas también, raro. En la sopa de letras encontramos muerte, ingenuo, abrazo y deseo, pero no encontramos raro. Al otro día nadie preguntó y el laberinto ahí se abría: pisábamos verde, las cartas jugaban con nosotras y el perro nos conocía desde antes.
Un finde felino, sembradas al sol y llenas de aire, uno muy hermoso y raro de encontrar. Te hubiésemos dicho que sí, diego.
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