Tengo un proyecto para cada estación de ánimo. Sintonizo mi novela de amor cuando la sonrisa no se me borra fácil.
Cambio de canal cuando llega la decepción, con tanta fuerza que rompo la perilla. Relatos que trazo con puño y letras, y en papel para poder desgarralo cuando lo necesite.
Reemplazo la perilla con una nueva y sintonizo mis historietas de casas embrujadas cuando extraño a mis seres queridos. Robo de sus ecos para hacer hablar a mis personajes, y no estoy segura de si lo este haciendo con sus permisos.
Cuando se vacía mi alma, de repente olvido lo que son las letras y busco en mi biblioteca algo que me reanime el pulso. A veces es solo cuestión de prender las noticias. Cuando veo algo que me ennerva, voy allá para concretar mi obra de teatro sobre un soldado desertor. Aprovecho el hervor de mi sangre y cambio el canal a mis poemas sobre la violencia policial.
Al día siguiente, vuelvo a creer en el amor y me apresuro a escribir los capítulos de mi novela que faltan.
Este es el programa de la radioemoción. Te esperamos con la antena bien en alto. Que disfrutes de las trasmisiones y terminá ya algo por primera vez en tu vida.
imagen: iStock (TuiPhotoengineer)
gabi
Gracias a los -no sé cuantos- dioses, a la condición humana, a lo que sea, por la ficción y lo inventado.
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