quizá también llueve en Entre Ríos.
Dec 23, 2025
pasé el día entero crucificado
en tu ausencia
vi a una mujer cruzar la avenida
empapada de lluvia
con un aire de idiosincrasia soberbia
impune
ajena al infortunio de mi herida
pensé:
«esa criatura jamás te leyó»
la compadecí con rencor
pensé:
«su carne aún no ha sido flagelada
por una palabra tuya»
la envidié
con una tristeza intacta
le recé
en silencio
quise ser ella
incorrupta de tu nombre
quise ataviarme de su piel virgen de tu desamparo
quise comulgar la eucaristía
de su ignorancia.
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llueve
y quisiera escribir
un poema locuaz sobre la lluvia
quizá tener la idoneidad para domesticar
el verbo
con la sabiduría de los eruditos
hacer un poema que sea
imperecederamente bello
como el rostro inmaculado y límpido
de los santos
pero hoy mis palabras se mancillan
en lepra iracunda
y supuran como llagas
de una plegaria ininteligible
que Dios no recibe
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llueve
y te extraño
llueve
como llovió en Sodoma
y sé que a vos
no te importa la herida
de esta carne penitente
ungida en las llagas
de tu desmemoria
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llueve
como si el mundo ignorara
esta compulsión mía
a crear mis propias tragedias
martirizarlas en la silueta exacta
de lo que hace en mí
tu ausencia
llueve
y creo que es la sangre colérica de Dios
derramándose sobre mi carne
mientras yo sigo famélico
pronunciando tu nombre
con hambre abisal
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llueve
y ni siquiera sabés
ni querrás
saber
todas esas veces
en las que supliqué
necesité
ser socorrido
por la escasez de tu palabra
por la abstinencia
de tu ternura
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llueve
como nunca en Buenos Aires
y únicamente puedo preguntarme
si en Entre Ríos también
si se te humedeció el tabaco
como a mí
si te pesan los huesos de nostalgia
como a mí
si la febrícula de mi nombre
pervirtió las paredes mezquinas
de tu memoria
o si para vos
ya no soy más que
otro cadáver desestimable
tan solo una víctima más
otra ternura necrosada
en el cementerio
de tus olvidos
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quizá también llueve en Entre Ríos
quizá tu tormenta es más benigna
y te lava los pies con dulzura
quizá llueve en vos
con menos saña
quizá sentís
que el agua purifica tu malicia
en cambio a mí
Buenos Aires
me bautiza con las garras sulfúricas
de la luctuosa muerte
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es implacable cómo llueve
y vos no sabés
ni querrás saber
— porque la ferocidad
de los ausentes
es siempre más omnipotente
que la misericordia de Dios—
qué significa habitar un cuerpo
cuya única patria
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ es el abandono.
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