Me quedo quieta,
como si mi lugar fuese esperando,
como si mi tiempo estuviese hecho para eso,
esperar, aguardar, aguantar.
Mi respiración se pausa,
de repente siento,
siento que soy demasiado,
que ocupo espacio,
que peso.
Y sin embargo,
qué bronca,
qué ridículo,
qué lindo,
que me den ganas de seguir ahí,
que aún así,
no me voy a ir
no me puedo ir.
Me gusta,
porque siento que no me alejás,
que en el fondo me dejás quedarme,
que no cerrás la puerta del todo.
Y por eso sigo acá,
medio rota,
medio ilusionada,
medio loca por vos,
esperando que un día
te decidas,
te animes,
te acerques,
y que sin miedo, digas que sí,
que al final querés probar,
a demostrarme que no soy demasiado,
que valía la pena esperar.
Y si ese día, realmente llega,
voy a estar acá,
porque aunque no sepas que hacer conmigo,
yo sí sé que no me voy a rendir fácil.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.


Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión