No creo en el amor,
pero sigo escribiendo cartas de amor,
como si fueran dirigidas a alguien
que nunca existió.
No puedo amar,
pero sigo viendo a la gente que quiero
con los ojos llenos de él,
como si aún creyera.
No soy de amor,
pero cada persona que conozco
me dice que me ama,
como si vieran en mí
algo que yo no puedo sentir.
No soy creyente
de conocer al amor de mi vida,
pero antes de dormir,
siempre me imagino mi boda,
como si la esperanza
no quisiera dejarme.
No sé dar amor,
pero todos me agradecen cuando estoy,
como si mi presencia
fuera un refugio que no entiendo.
Y al final del día,
cuando la soledad respira,
puedo decir
que el amor habita en mi corazón,
pero no en mi ser.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión