Quiero parar

"Todos tendríamos que tener el derecho de decidir cuando parar". Frase que me resuena a diario y me retumba en el cora. Realmente y estoy cada día más convencido de que es real. Seamos honestos, no siempre hay una salida, no siempre vemos la luz al final del túnel, no siempre el sol vuelve a salir. Y uno, ya cansado y desavenido de intentar, necesita parar. En qué cabeza cabe que una persona puede tener un pensamiento positivo o una claridad mental si el despertador son las lágrimas. "Vos podés, sos fuerte. Siempre pudiste" otra frase, pero está, me da bronca. No ves que no puedo? Y entiendo que esto se dice desde la preocupación y respondiendo a eso uno asiente con la cabeza y entrega una visible pero falsa sonrisa. Hay situaciones que superan y se vuelven irreversibles. El knockout no solo existe en las disciplinas de lucha, existe en la vida misma y pega fuerte, mucho más fuerte que un gancho de derecha bien puesto. El intentar, el seguir a pesar de todo se termina convirtiendo es eso, en un pesar constante e inaguantable. No le deseo mi vida a nadie, ni a mí peor enemigo, ni a las personas que me hundieron en este pozo. Pienso que desearle mi vida a alguien sería terminar de taparme de oscuridad. Pero me gustaría poder invitar aunque sea a una sola alma a meterse en mi mente y ver mi oscuridad por unos segundos. Meterse en mi corazón y sentir sus dolencias. Ver por mis ojos y ver como yo veo que la vida se me escapa de las manos cada día un poquito más. Motivos para seguir siempre se van a encontrar, pero el problema y lo difícil es encontrar el empujón que te motive, cuando el único empujón que conoces es el que te sigue tirando al abismo cruel de una vida acabada. "Todos tendríamos que tener el derecho de decidir cuando parar", estoy cansado, quiero parar.