Qué trabajen los bueyes.

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El graduado.

Mañana tiene Diego una de esas fiestas de fin de algo académico. Ceremonias que se imponen con los nuevos tiempos. El Bachiller Sansón Carrasco quizás tuvo algo de eso, pero cuando yo alcancé esa gloria, no hubo ningún festejo.

La escuela.

Nunca nadie supo despertar en mí el amor ni tan siquiera una pequeña afición por las matemáticas, y, a pesar de ese rechazo mío, tuve que hacer cosas de matemáticas durante... No sé los años. Yo sé que eso no fue así por mí bien, sino por el bien del Sistema. Si consiguen que odies aprender, habrán tenido éxito contigo.

Hay unos conocimientos básicos necesarios: saber que el agua quita la sed, saber que comer quita el hambre, saber que las letras forman palabras, saber sumar, restar, multiplicar, dividir... Poco más es necesario como cimiento educativo. A partir de ahí, debería imponerse el criterio individual.

Si cada niña y cada niño fueran al colegio a hacer algo que les gusta (son muchísimas las posibilidades, los campos, las materias), no habría ningún fracaso escolar. Pero eso no interesa al Sistema. El Sistema quiere masa, no individuos. El Sistema quiere rebaños sumisos, no personas con un criterio y personalidad propias. El Sistema se sabe en peligro si consiente que el personal piense, razone, se eduque con interés ilusionado por algo concreto que desde ese selectivo interés abrirá su mente al mundo entero.

La Educación está concebida para que sea odiada por la mayoría.

Se escudan en que ha de haber un control, un horario, unas disciplinas, un programa de materias y unos logros concretos, pues si no, sería un caos. Así, los maestros son, más que docentes colaboradores en el crecimiento intelectual y personal, policías dictadores adoctrinadores, enemigos del Pueblo. A su pesar en muchos casos, lo sé. Y muchos hacen lo que pueden, lo que les dejan; lo sé. Pero esa tímida labor no es ni por leve aproximación, ni mínimamente suficiente.

Las personas no huyen de la Educación porque la Educación sea mala en sí misma, sino porque el Sistema se ha ocupado de hacerla mala, odiosa, rechazable.

La mayoría, así, llega muy tarde a comprender qué tan necesario es educarse. Si es que lo comprenden en algún momento.

El joven neandertal supo muy pronto que aprender a moldear el sílex sería fundamental para su vida. Hacer fuego, distinguir las plantas comestibles... Educación.

Al Sistema le vale con que sepas apretar un tornillo. El tornillo que aprisiona tu vida.

Nuestra vida: Creo que debemos darnos prisa, que debemos vivir cada sueño, cada anhelo aunque sea por encima de nuestras posibilidades. El mundo está abocado, lo están llevando, a un callejón con una única salida. Vamos a una guerra enorme, desmedida, catastrófica. Una purga. Sobramos la mayoría. La tecnología y los avances científicos nos hacen prescindibles, incluso molestos.

Sí, somos tan solo un grano en el culo de aquellos que ya casi son inmortales.

El planeta es suyo y no ven necesario compartirlo con...

En fin, tengan un bonito día.

Por cierto...

Esas sí son maneras.

Que unos ángeles hagan la tarea mientras uno reza, es el mejor modo de tener fieles seguidores.

Y lo del otro, de convertir el agua en vino.

(Aparte de en la gran urbe capitalina, en los demacrados pueblos se celebra hoy a San Isidro).