¡Qué queme!

Manos de cerdo.

Una tras otra, otra tras la anterior. Suma y sigue. Cuando la ultra derecha coge una linde, la linde se acaba pero la ultra derecha sigue.

España se va a la mierda si los fachas pobres no abren los ojos y dejan de apoyar a quienes lo destruyen todo. Cuando tienen el Poder porque pueden. Cuando no lo tienen, porque a toda costa y caiga quien caiga lo quieren.

Sabemos que el Capital está de su parte. Sabemos que la prensa mayoritariamente está de su parte. Sabemos que la Justicia está de su parte. Sabemos que la Monarquía, la Iglesia, el Ejército, Bertín Osborne están de su parte. Lo que no sabemos es la razón de que tú, facha pobre, estés de su parte.

¿No ves la ruina que traen?

Y si es por esa cosa de la patria:

Tengo tanto amor por Logroño como por Oporto ¿Por qué habría de ser de otro modo?

Mi patria es mi amigo Carlos, mi amigo David, mi amigo Texas, mi amiga Sole. Esa patria, ahora lejana, incluso inalcanzable, sí me genera nostalgia, pero una montaña que no he pisado nunca, por mucho que esté entre unas fronteras determinadas, ¿Como puedo echarla de menos? ¿Como puedo sentirla mi patria?

Mis recuerdos, el pueblo donde nací, creci y vivo, esa es mi patria. Mis vivencias de familia, mis pasos en la noche clara.

Santander es para mí, igual que Mar de Plata. Me da lo mismo que banderas ondeen en sus terrazas.

El invento del patriotismo es productivo para los que se hacen dueños de un país, para ordeñarlo, explotarlo, abusarlo, pero para los demás solo es cuento por el que matar y morir si a los que se nutren del desfile les hace falta.

Los ricos pagaron siempre para que un pobre vistiera en su lugar el uniforme. La carne de cañón no es cara cuando la miseria abunda. Por eso interesa que haya pobres ¿Como comprar a quien no necesita venderse?

Sean patriotas si quieren, pero sepan lo que significa para cada uno cada cosa.

¡Ay, Señor!

"Y todos los pueblos de la Tierra, se herirán los pechos al verle".

Si quisieran la paz no se prepararían para la guerra.

Se vende la idea de que con mejores ejércitos, con más armamento, con más gasto militar, más seguro es el mundo. Se vende, como en cada minuto de telediario y publicidad, una mentira más.

La paz solo es posible sin armas y sin intención de usar nada como un arma.

EEUU, ¡Viva la libertad! Tiene a la población más armada del mundo. Allí las muertes por armas de fuego suceden más que en ningún otro lugar del mundo (guerras aparte), incluidas las matanzas en escuelas e institutos.

Todo es negocio en este capitalista mundo, y las armas necesitan su nicho de mercado, necesitan las guerras, el miedo, la mentira.

La complicidad del Poder con el Dinero es simbiótica y ahí, los medios de no información y los políticos títeres, cocinan el caldo para el guiso que nadie sensato quiere, pero del que nos darán los tazones que les dé la gana darnos.

Las guerras son inevitables mientras la usura no desaparezca. Y la usura es consustancial. Vean a sus vecinos.

Hijos, nietos... Lo van a pasar muy mal.

Por eso no importa demasiado a las élites destrozar a saco y sin mesura ni disimulo la Educación, la Sanidad, el mercado de la vivienda, la propia naturaleza, la agricultura, los pueblos pequeños... Atila al galope.

Saben que han de enriquecerse antes de que otras moscas lleguen a chupar la sangre de la brutal herida.

Y la herida, eso es lo que no entienden, esta vez, será mortal.

Y lo ganado, lo acumulado, lo robado, lo usurpado, lo sangrado, también dará igual. Muerto el perro, ya no puede ladrar.

Pero siguen. Irracional.

Pero siempre hay un pero más.

Harto.

¿Quién hay que no pretenda engañarme?

Políticos, comerciales de telefonía, anunciantes de televisión, vendedores de chollos "Aproveche mi parroquiana, lo estamos regalando"

Harto de la segunda unidad gratis, de no pague hasta después de las vacaciones, de desodorantes con poder hipnótico, detergentes que lavan cada vez más blanco, coches que te hacen ser libre, refrescos que son la chispa de la vida y entidades bancarias que dicen que lo primero eres tú.

Harto de que de mi nada se sume para el montante de una monarquía rica, delincuente y anacrónica. De que se me quite para una Iglesia de Roucos indecentes, para unos sindicatos acomodados, unos Partidos que son mis enemigos.

Harto de que se paguen asesores sin fin, coches oficiales, dietas de alojamiento a quienes tienen pisos de sobra, copas baratas en el bar del Congreso para sus esforzadas y no bien pagadas señorías, viajes sin justificar, aparatitos para juegos de frutas, y billetes en primera clase.

Harto de aforados y privilegiados de la Justicia.

Harto de pagar tanto por la luz, la gasolina, el cine y el teatro (bueno, no voy a eso, claro).

Harto de protestar y no aportar.

Así, me callo.