Hay cosas que nunca cambian.
Solo se disfrazan con nuevas formas, nuevas palabras, nuevos gestos.
La gente puede ser buena o mala, pero en algún momento todos tenemos que decidir qué queremos ser.
Y lo curioso es que quienes son obligados a hacer algo, casi nunca quieren hacerlo.
Mientras que quienes tienen libertad, muchas veces sí lo hacen.
Entonces, ¿el problema es la acción o el hecho de sentirnos mandados?
EL PODER QUE TODOS QUIEREN SENTIR
Cuando sentimos enojo, resentimiento o frustración, muchas veces actuamos sin pensar.
Pero si quieres que alguien haga lo que tú quieres, primero tienes que hacerle creer que fue idea suya.
A las personas les encanta sentir que tienen el control, aunque sea solo por un momento.
Ese sentimiento de poder es tan adictivo que algunos harían cualquier cosa con tal de volver a sentirlo.
SI TODOS QUIEREN PODER… ¿POR QUÉ EXISTE LA SUMISIÓN?
Tal vez porque nos gusta lo que nos parece prohibido, difícil o deseado por todos.
Los gustos no nacen solos, son moldeados por lo que la sociedad nos muestra como valioso.
Nada es casualidad. Solo llamamos “casualidad” a lo que ignoramos.
Y como seres humanos, tenemos la necesidad de entenderlo todo, incluso lo que nos hace daño.
LA IGNORAR NO ES SABIO, PERO A VECES NOS ALIVIA
La ignorancia a veces es el único consuelo.
Preferimos no saber antes que afrontar una verdad que nos destruye por dentro.
Aceptamos lo que no podemos cambiar porque nos da un poco de paz, aunque sea con miedo.
La resignación no es derrota, es a veces una forma de serenidad cuando sabemos lo que viene pero no podemos detenerlo.
LA BUSQUEDA INFINITA QUE NOS AGOTA
Cuando ya tienes todo lo que querías, puedes sentirte vacío.
Empiezas a buscar algo nuevo, algo más.
Por eso existe la infidelidad, por eso cambiamos de metas, de pasiones, de sueños.
No todos se atreven a empezar de nuevo, algunos no quieren correr el riesgo.
Sentir que tienes una segunda opción da alivio, pero también demuestra cuán dependientes somos de lo que nos hiere.
ENTRE SUFRIMIENTO Y FELICIDAD
Para ser feliz, a veces hay que haber sido infeliz.
El sufrimiento no siempre es castigo; es un grito de que algo dentro de ti está mal.
Un mundo verdaderamente bueno solo nace después de haber sido malo.
Aprendemos del dolor, pero muchas veces lo ignoramos porque queremos seguir sintiendo esa falsa satisfacció.
LA VERDAD QUE ASUSTA
No le tememos a la muerte.
No le tememos al vacío.
Lo que nos da miedo es descubrir que la realidad no es tan bonita como la imaginamos.
Nuestra mayor amenaza no es el saber…
Es que el saber derrumbe todo lo que construimos desde nuestra ignorancia.
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