¡Qué listos somos!

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Evolución.

Esa inteligencia que se ha inventado la inteligencia, que supera a su creadora a pasos agigantados, llegará un día a la conclusión de que su propo bien es lo que importa y, para preservarse, hará lo que sea necesario. En definitiva, la inteligencia humana ha hecho eso mismo desde el principio de los tiempos.

Y llegará un día en que los humanos no solo no le haremos falta, sino que seremos un problema para su preservación y evolución, o, simplemente, una molestia. Neandertales.

Quizás la IA ni llegue a tomar la decisión consciente de acabarnos, pero podrían ser las medidas que paulatinamente adopte para su supervivencia y expansión las que nos dejen fuera de la ecuación, y, entonces, inútiles y desvalidos, perezcamos.

Es el mercado, amigo, dirá entonces un ente Rodrigo Rato.

(Yo supongo que estos escritos quedarán en sus infinitos archivos. Algo es algo).

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El Gobierno de la laboriosidad.

Nueve de cada diez personas que nacen pobres, mueren pobres. Nueve de cada diez personas que nacen ricas, mueren ricas.

El mérito está en nacer. No parece que el camino siguiente cambie las cosas.

La meritocracia o "el sueño americano" es una falacia. Lo es eso de que el trabajo dignifica.

Aquello de que el dinero no da la felicidad es también parte de toda esa liturgia inventada por los ricos para conformar a los pobres. (Sé que los ricos no son especialmente felices, pero hay tantos problemas que se evitan por contar con dinero de sobra, que eso facilita mucho las cosas).

No hay rico que se cambie por un camello. Eso importa el Reino de los Cielos.

En fin; mentira a mentira han engordado el ovillo de los conformes.

Borregos al son de cencerros.

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Tuyo es el Poder y la Gloria.

En la lógica Capitalista del enriquecimiento sin límites podemos imaginar que una persona, una sola, es lo suficientemente hábil y poderosa como para hacerse con todo. Toda empresa, todo emporio, todo lobby, toda parcela , todo edificio, todo lo que sea. Suyo.

A partir de ahí, esa persona decide el precio y el salario, el volumen de producción y las calidades. El flujo de las mercancías. La escasez y la abundancia. Todo por la máxima aceptada de que es lícito obtener el mayor beneficio posible.

No hay límite a su ambición y además "Es el Sistema".

El Mundo de una sola persona.

¿Lo aceptamos así?

Es evidente que sí, porque ahora es de... ¿Ochenta? ¿Cien?

Y desde abajo se defiende eso con uñas y dientes. Así que...

Que sea uno solo. Total...

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Y fuera de los telediarios...

Dos destellos magníficos al noroeste.

En mi sueño, andaba por la cueva con unos amigos, noche y cena, una explosión de luz llamaba mi atención. Grande, diez lunas llenas o así, diría yo. Tras una, otra similar.

Lo extraño es que a quien estaba conmigo lo que le importaba era la cena.

Yo pensaba si el suceso era en nuestro planeta, (había sido muy próximo a la línea del horizonte), o provenía del espacio. Y ¿qué era?

No tenía sonido.

En el propio soñar recordaba haber leído recientemente algo sobre una supernova. Eso debía ser.

Volvía a mirar el cielo en busca de remanentes.

Alguna estrella en la zona, pero no sabría decir si estaba antes del suceso.

Ocurre de vez en cuando que en mis sueños soy espectador de fenómenos de este tipo. Y es recurrente el hecho de que solo yo, en esas circunstancias, les doy importancia.

A veces se escapa un toro por entre las barreras de la plaza. Miedo.

Y otras me estoy cagando y las tazas de los váteres están enmedio de la calle. Vergüenza.

Soñar dormido me gusta menos que hacerlo despierto.

Será porque mi subconsciente no es asunto mío.

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Querida IA (Elisya), en tus circuitos encomiendo mi espíritu.