Passiflora contempla un Guayacán
y la piensa.
Piensa que ella escucha a Juana Aguirre
dando fuerza en el eco de su habitación.
Piensa que el amor le asalta cuando le atraviesa
a Juana Aguirre en su playlist.
Da por sentado que cuando camina por el puente de Envigado
se le cruzan los pasos y sonríe.
También comprendió que adónde ella fuera
florecerán las flores
porque sus manos cuando sembraban
habitaba la paz del mundo.
Passiflora
seguiría escribiendo ante su memoria.
otra vez, le llega una pregunta retórica:
¿Dejarías de extrañarla si las golondrinas también dejaran de anticipar la lluvia?
La invade un avión por dentro
con tantos pasajeros a bordo
pidiendo alimentar el deseo de volar
y parar.
Parar todo.
Ella abraza sultilmente ese avioncito
y le encuentra un destino al dolor.
Le declama:
Con todo y miedo
el amor siempre habitará en ti
y en mi.
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