¡Qué espabiles!

¡Qué se jodan!

Eso es cada voto a VOX y al PP, la exclamación de aquella diputada de la derecha (Fabra) cuando se recortaron las prestaciones por desempleo.

El PP y VOX son un constante ¡qué se jodan! Sí, que se jodan los parados, los que no puedan pagar su hipoteca, los inmigrantes, los que trabajen catorce horas por una miseria, los pensionistas de baja mensualidad, las viudas que no cotizaron, los habitantes de barrios pobres y pueblos pequeños, las mujeres maltratadas, los colectivos LGTBI, los jóvenes que no llegan a poder pagar el alquiler desmesurado, los estudiantes que se ven negros para afrontar los gastos que formarse conlleva. Qué se jodan quienes necesiten asistencia sanitaria de calidad y no puedan pagarse una privada. Qué se jodan los pobres. Que se jodan todos los que no sean ellos.

Y a esa derecha la votan en masa muchos de los los aludidos, muchos de los jodidos.

Yo no quiero que mi vecino facha se joda porque sea un ignorante lleno de prejuicios, yo quiero que espabile y mande a tomar por culo a los que lo llevan engañando toda la vida.

¿O es que hay tanto vecino que gusta de que lo jodan?

No pienses.

El asalariado no debe tener tiempo de calidad. El asalariado está para trabajar.

Para que no note que es un esclavo se le da un salario, pero tan deficiente que no le debe llegar para ir sobrado. Hay que subir mucho el precio de todo de modo que en una familia no baste con un sueldo, y aún con dos, los problemas sean más que los buenos ratos.

Hipoteca o alquiler, crédito de uno o dos coches, facturas energéticas, la tele de pago, los teléfonos para toda la plantilla familiar, las vacaciones por encima de las posibilidades reales, ropa nueva cada temporada, maquinas de vídeo juegos, varias televisiones... ¿Quién puede vivir sin todo?

Nos crean necesidades desde arriba, desde la publicidad, desde las reuniones con las amistades: ¿Qué serie estáis viendo?

La esclavitud moderna se basa en el no pensar. ¿Quién tiene tiempo para eso?

Así, sin que el personal se percate de su miseria, es más fácil la sumisión de los pueblos.

¡Y el fútbol!

Ejercicio de comprensión.

Poner a otro en lugar del uno.

(Apto para seudo periodistas y tertulianos de bar):

Cambien el nombre del protagonista en cada noticia y observarán cómo las gravedades son de distinta intensidad para un mismo hecho (el almacén de varas siempre está abierto).

Ejemplo:

Pablo Iglesias no declara su participación accionarial en una empresa.

Si la nota nombra a Isabel D. Ayuso, el asunto no es relevante, pero así, se convierte en acto de suma importancia y gravedad.

Sucedería igual en el siguiente caso:

La UDEF confirma la existencia de la Caja B de Podemos.

Como en realidad la noticia es sobre el PP, puede pasar por los telediarios y demás programas de política, sin demasiado ruido, pero de ser como se ha redactado, se hablaría del asunto durante semanas. Y no en tono menor.

En fin, ya saben, casoplones hay muchos, pero solo importa uno.

Advertencia final:

Lo del calentamiento global solo será tenido en cuenta por las derechas cuando a los ricos se les hayan escalfado los huevos.