Psique, cuerpo y alma

Puedo sentirte, puedo escucharte, mas no verte, ¿qué hacer cuando no te tengo? Tu ausencia me consume, tu presencia también.

te lo ruego por el Río Estigio, me pongo de rodillas a rezarte pero no puedo porque no tengo permitido si quiera imaginarte. ¿Tanto te duele mostrarte?

Intento entenderte, pero mi comprensión se acaba cuando el sol sale, mi duelo amanece y tu cuerpo ya no está junto al mio.

Estuve eclipsada en este palacio de ensueño, con tus convincentes palabras y afables caricias las cuales extrañaba durante el día y deseaba no se terminaran en la noche.

Decime, ¿cuánto esoterismo esconde tu rostro el cual no puedo conocer?¿Cuánta tortura crees que me estás ahorrando al privarme de una de las pocas cosas que me pertenecen dentro de este lugar?

El sufrimiento no me lo ahorras y yo sé que lo sentís en cada noche fría, derramándose por las sábanas, abrazando tu desdichado cuerpo, gritando en tus oídos que me dejes conocerte.

Mantenerte oculto parece ser mas grande que tu amor y querer conocerlo todo es mi ruina, pues no puedo vivir así

perdón.