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La casa habita en la penumbra y parece no escucharme, consecuencia del estruendo ensordecedor que palpita en mis sienes. En puntas de pie abro camino y logro deslizarme por la escalera. No busco más que escapar, no busco más que huir.

En un principio la puerta no parece ofrecerme impedimento o algún tipo de resistencia, más repentinamente una vorágine me empapela los pulmones de un agua espesa y oscura, parezco ser la única víctima de tal turbación. Parezco ser el único blanco contra el que se empeña en arremeter con violencia.

Pero una vez afuera, poso mis pies en el suelo truculento y lo piso con toda su extensión, adhiriéndome a la frescura del césped e inhalando el aire artificial. Es entonces cuando comienzo a correr y es entonces cuando ya no hay suelo, o cuando prescindo de una herramienta para palparlo.

Una sensación de sosiego me aturde y en medio de tremenda paz me consterna mi piel, ventana del exterior, transparentándose hasta desaparecer. No hay retorno de esta libertad, accidente de huir del cuerpo.

₊ ˚ ⊹ ✮ ⋆ ₊˚ ⊹ ☆ ˚ 。 juliana

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