Oye tú, detente, para ahora mismo, te lo suplico…
Pero es imposible hacerlo. Lo he intentado una y otra vez, pero siempre vuelvo a caer.
¿Qué debería hacer si el monstruo que quiero destruir soy yo misma? ¿Cómo puedo ganar una batalla si el enemigo soy yo? ¿Cómo aniquilar el ser que soy?
He intentado escapar y enfrentarlo tantas veces que ya perdí la cuenta de las veces que me derrotó; tiempo y ocasiones que llevo siendo priosenera de este vacío.
Un vacío que me espera: al despertar, al comer, al dormir ... siempre está ahí, acechándome; esperando la oportunidad más pequeña para atacar; como si fuera su muñeco de diversión.
Me esfuerzo por alejarlo pero mientras más lo hago, más profundo me condeno a caer. Y es que es tan absurdo la manera en la que me atrapa y me hace cautiva, haciendo ver que mi esfuerzo es tan insignificante como mi lucha por dejarlo.
¿Cómo se apaga un incendio que uno mismo provoca?
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión