Desorbitada
descarrilada
buscando aprobación
del emperador
se incursiona a laberintos
de excesos y extravíos
La línea que dibujó
la borra con su propia lengua
y solo le queda el mal hedor
impregnado al cuerpo
(hedor que no es suyo,
sino de quién la ignora
mientras jura amarla)
En la música descansan
los pedazos que le quedan
pero su voz es demasiado
temblorosa para cualquiera
nadie la escucha
solo hay carcajadas
vulnerabilidad
desplegada con una rima
mal armada
El emperador decide entonces
su cuarto se vaciará
y será ocupado por visitas
que no llegarán
La abandonan con las hienas,
ya no hay halo que observar
Mujer condenada
a una aprobación celestina
(imposible)
sola e intoxicada
su destino se dobla
y se encuentra con besos
que saben a golpes
De ella queda poco y nada
la princesa heredera es desterrada
18.06.24
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