en la tempestad
tu brillo
un faro
y tu neblina
las rosas
inoportunas
las lágrimas
inalcanzables
cómo tu pelo
alguna noche
de enero
que no voy a ver
el ruido y la furia
de los momentos
inexistentes
que pudieron ser
recaigo
en tus brazos
solo en sueños
y me levanto
o eso intento
desenterrando
las viejas muescas
que tengo en el alma
y las heridas
las que yo me hice
intento ocultar
el llanto mudo
el grito ahogado
y una mirada
que no pude sostener
la vergüenza
y el asco
la calma y el cambio
el terror y el espanto
nosé que será
pero ese olor
del eneldo y lo amargo
las burbujas
que me traen el llanto
me rompo y no me armo
y no puedo curar
tu corazón ahogado
por eso me apago y
nosé hasta cuándo
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