Porque nunca supe quién sos.

Nunca perteneciste a mi vida y sos a quien no puedo olvidar.

A quien mis ojos ven en plena luz del día cuando necesito alguien por quien llorar. Sos de quien hablo con la noche, quien se esconde de la luna para guardarme el secreto.

Sé dónde estás y de dónde nunca te irás.

Sé que otros ojos te tienen, que otra vida te besa en un plano distante. Que no estoy ni un minuto en tu cabeza y que mi nombre no reside ni como migaja en tu lengua.

Si un día nos encontramos, espero que sea en la arena, que en tus ojos se refleje el mar y en los míos mires las estrellas.

Espero decir tu nombre en voz alta, mientras se te llena la garganta de euforia y nostalgia.

Espero que el viento fotografíe todo el tiempo que estuvimos lejos, mientras me repongo y despierto de otro más de mis sueños.