por favor, cuida bien de mi abuelito

23 de noviembre de 2024.

ya es mi octava navidad sin tí. estoy segura de que tienes muchas ganas de saber que regalo había escogido para ti, ¿cierto? con dinero qué tú mismo me habías dado. era un secreto entre ambos hasta hace poco, pero dado qué ya no vendrás más, quisiera decirte qué era un par de pantuflas suaves y cómodas para qué pudiéramos dar esos paseos qué tanto querías tener, y qué tanto solía odiar. y digo solía, porque desde que te marchaste, tengo ganas de mostrarte todos los sitios en dónde he estado y seguir escuchando aquella voz enojona qué criticaba a las autoridades locales por los defectos de las calles. y esto resulta muy gracioso, porque aún qué ya no estés, las calles siguen teniendo tú memoria viva, aquellas voz qué me decia "frutillita" y qué me tomaba de la mano para ser mi figura de paz y guía. y además, ¡las calles siguen averiadas! pero de seguro más cómodas ahora para tú caminar.

en los últimos años juntos, yo ya no era tú niña, y pasaste a ser un niño para mí. todavía pienso en tí cuándo hago sémola, y puedo incluso sentir esa alegría que te daba que hiciera sémola con caramelo para tí, después de una merecida y calentita sopa de pollo. ¿recuerdas tú plato favorito, el huevo a la copa? después de unos años volví a probarla, y pude recordar aquella carita qué aprobaba mi plato y qué no supe apreciar. ¿recuerdas cuándo en nuestro último encuentro, me diste un beso en la frente? debí haberlo sabido; yo era la que te besaba la frente y te decía "te quiero", y supongo que ahí era la mini frufru a la qué cuidabas.

empecé a hacer las cenas de navidad cuándo te marchaste, y mañana no será la excepción. usaré tú vino favorito, pondré tú música favorita -por supuesto, vicente fernandez no puede faltar- y en ese arbolito, qué cambiamos después de tú partida, todavía estará tú mano dándome mi obsequio y el regalo mío que nunca pudiste llegar a abrir.

sé qué estás en una parte del árbol, ¿quizás en la estrellita? estoy segura de qué debes estar ahí junto con juan gabriel y pedro aguirre cerda, hablando y hablando, costumbre qué adquirí de tí. estoy segura de qué veré esa estrella, tan brillante y alta, tratando de recordar tú voz y tú risa. sí estás en esa estrella, la que brilla tan fuerte, tan solo quiero pedirle un deseo: por favor, cuida bien de mi abuelito.