Por ahí rondando.

...

Suburbios.

Magmática y poliédrica con forma de chaise longue, adquirida en un Ikea extra solar era la roca que Tulipán Magenta cabalgaba alrededor del planeta Tierra. Era ese su quehacer tras haber conseguido bien cara la concesión de los derechos de ronda.

Resultaba aburrido observar esa bola pero peor hubiera sido hacerse sinóptico en las pedanías de Upsilón Andromedae o racimo inverso en AB Pictoris. Y lo que sus tíos fulginios se hubieran ofendido de no llegar al menos a un estatus de boyerante de parajes.

El caso es que ahí estaba, dando vueltas al Azul planeta, el tercero contando desde su estrella.

Tras un ciclo y tres cuartos, pudo enviar por fin un informe más o menos detallado a la Central de Unlado:

No sé qué decir en realidad, pues tras lo de los dinosaurios, que parecían unos seres sensatos, la cosa se complicó y ha devenido en un desconcierto magno.

Quienes parecen dominar el cotarro llevan pintando cosas en las paredes y en otros lados desde que uno se apoyó en una roca tras levantarse del barro. Luego han hecho más cosas, pero lo más destacable es que se matan entre ellos y matan todo lo que tienen al lado.

El planeta en sí no está mal: Exterior, luminoso, bien comunicado, no muy grande pero ventilado... lo malo es la gente, salvo tres o cuatro.

Yo optaría por dejar pasar medio ciclo más en la confianza de que estos elementos perniciosos cedan el paso, por su propia estulticia, a otra forma de vida más elevada, tipo ameba o así.

Desaconsejo enfáticamente cualquier intento de confraternización. Estos no hay por donde cogerlos; salvo tres o cuatro, ya digo.

De paso, hago una solicitud oficial para reclamar mi período vacacional de tres anversos, y otro destino cercano a la Puerta deTanhauser, que tengo algo oído de unos rayos C. preciosos que brillan por allí.

Fin del informe.

Vale.