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una vez
se me puso la cara de bull dog
agarré pequeñeces de la mano
agobiadas hasta la fobia
fiesta y soledad
una constelación familiar
un rato después
se distinguen bien las cosas
llueve
una velita se enciende
no sé si huir
o pasar desapercibida
como el pájaro que usa su lomo como montaña
vomito en la calle
quiero encerrarme sola
celeste y sur
azul
casi me olvido de todo
las dulces enfermeras
jóvenes, lindas y buenas
la paz de la presencia
la alegría tranquila
y de repente
apareció
la canción de los pajaros
el ruido de mi birome corriendo
la calma
que está
por venir.
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