Suelo fantasear con mi muerte.
¿Qué presencia tendría mi ausencia?
El pecho duele,
cada latido es una grieta.
Mi sangre se vuelve densa y espesa
como plomo líquido.
Las piernas se tensan,
cargan toneladas en cada paso.
Mis manos en cambio, pierden fuerza.
Tiemblan en cada movimiento,
no logran sostener nada.
Mi mirada se esconde de manera lenta, mi cuerpo se petrifica.
¿Qué lugar ocupará mi cuerpo inerte?
Mi alma se resquebraja en cada último segundo...
¿Qué ausencia tendría mi presencia?
pero no muere.
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