Quisiera saber irme de los lugares que me hacen doler, me convenzo de que tuvieron contextos difíciles, que son malas rachas, no son malos, no van a romper mi fragilidad porque se los pedí, soy tan pero tan iluso que siempre termino de rodillas pidiéndole a mis santos que me extirpen el dolor provocado.
Me arrodillo a repetir plegarias que están en las estampitas, que busco en el celular, les hablo, les hablo tanto que cuando termino la vela está apagada, la cera roja mancha el piso y tengo las rodillas con la piel pelada.
No es tu culpa que no sepa irme, a mí nada me asusta nunca, ví tanta violencia que lo que puedas hacer... pienso que tenían razón soy solo, nunca voy a tener a nadie porque soy una persona muy triste, que es difícil saber cuidarme y sobre todo: es difícil dejarse amar por mí. También tenía razón ese novio que me dijo: instalas tu estado de ánimo a dónde vayas, dónde estés todos nos ponemos triste.
Qué dolor ser esto, ¿no? Quiero extirpar mi vida de mi cuerpo, quisiera morir.
Pero la verdad es que no sé irme, espero que se vayan, espero pacientemente como si estuviera cocinando algo, paso a paso, pre calentar el horno, engrasar la fuente, condimentar, esperar que se cocine, a fuego medio, puede salir bien o puede salir mal, prefiero el factor sorpresa.
Pero como te digo, no sé huir, incluso si saliera horrible me quedaría ahí mientras tus palabras embisten contra mí, no son violentas explícitamente, ni siquiera es que haga falta, amor, sos tan cruel hablando con tu voz baja y el tono dulce que elegis usar para decir el nuevo comentario que me va a dejar en la cama sin ganas de abrir los ojos los siguientes meses, mentis tan bien, tus abrazos también saben mentir, son un conjuro de que todo va a estar bien para luego hacerlo volar todo por los cielos.
No quiero parar el mundo para bajarme y vomitar mis sentimientos, si Dios existe y esto es un plan macabro de Él, si tengo razón y la existencia de Dios es un manto de oscuridad y sadismo que quiere a vernos a todos sangrar, sé que no va a obrar por mi bien pero necesito dejar de ser yo, que se termine este circo del dolor.
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kurukiva
Sensible y sentimental. La vulnerabilidad es mi escudo para un mundo cada vez más cruel. Soy un chico simple: hablo sobre el amor, mis emociones y la nostalgia.
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