Si alguna vez alguien entendiera
a qué se debe mi tendencia a lo triste,
envíenlo directo al horror de mi carne,
envíenlo de inmediato,
que el poeta dentro espera,
ya no ansioso, sino podrido
de levantar la mirada y aguantar las cadenas,
recibirá dichoso a quién finalmente haya descubierto
la vida que germina a partir de la tristeza
sin prejuicios,
sin pretensiones,
sin asumir que son malas
las cosas que nacen de las más dulces penas…
¡envíenlo! ¡pronto!
que tenemos tanto que hablar,
tengo tanto que desahogar
después de veintiocho años de la más escueta soledad,
¡envíenlo urgente!
que se desarma mi tramoya,
las rimas,
todo lo que hube preparado
para el día que alguien finalmente entendiera
y descendiera a verme
para tener esta conversación
de por qué mi cuerpo tiende a lo triste:
porque dios quiere que mi alma
impurísima por fin se muera.
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecitoRecomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión