Su piel de lagarto es como una lija
que acaricia raíces y arropa cicatrices
su piel de lagarto dibuja huellas
con sabor a un mañana sin espera
Su lengua reptiliana
besa hasta las fascias de mi alma
y desciende lentamente
recorriendo el mapa de mi chakras
En la habitación se respira
un desierto de esperanza
se escuchan gemidos de carcajadas
el silencio se corta con un puñado de palabras
El espacio entre sus omóplatos
es como un refugio para hacer nido
se escucha el latido de un par de suspiros
sus alveolos arrullan una canción sin ritmo
Con su piel de lagarto y escamas pinchudas,
envuelve mi piernas
como si fueran colchas de alambre de púas
El insomnio no pide permiso
lo observo dormido,
respira como un niño con resfrío
el remordimiento nos suplica asilo
Llegamos al cielo estrellado
rugimos de placer exaltado
la cama era pequeña
para todas nuestras penas
Al anochecer nos envuelve la ternura
levitamos sobre una hamaca de espuma
al amanecer los ruidos de la calle
penetran por las ventanas oxidadas
poco a poco junto las migajas desparramadas
El frio en su mirada
congela hasta mis entrañas
esas, las que hasta hace un rato
Con intensidad, el penetraba
Ayelén
Dibujo con palabras. Pinto con letras lo que siento, lo que sueño, lo que anhelo, lo que perdí y, lo que todavía no tengo...
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