Pichón

Pedaleo desesperadamente en busca de una hoja que permita al sentir transformarse en palabra, para de algún modo buscar un camino hacia algún sitio...o al menos buscar un camino para intentar andar.

"Está roto", resuena una y otra vez eso en mi cabeza..."está roto, el desenlace no va a ser bueno", acaba de cumplir 18 el pichón de metro veinte y más tatuajes que años, que decimos que está roto.

Lo rompieron.
Cómo hacer de cuenta que no veo? Cómo hacer que sea uno más en el desfile interminable de frustración y miedo de cada día? Cómo creer que la desesperación de sus ojos es maldad y no un grito de ayuda cuando lo primero que me dice al mirarlo es "te falle"?

Trago saliva para empezar con el discurso que nunca alcanza de "esto es para vos, para que puedas armar algo distinto...a nosotros no nos debes nada, es para vos"

Las palabras caen en la nada, hay días en que ni yo las creo. Vos esperas que yo espere algo de vos porque nadie lo hace...y en secreto, haciendo oídos sordos a la neutralidad que debería atravesarme, te juro que lo espero. Te miro y en tu mirada encuentro la nada, la muerte...cómo es posible que sea tan fácil lo terrible?

Cómo es posible que creas que estás fallandonos cuando te dejamos tan a mano la oscuridad del mundo?... y las luces que encendemos solo dan lugar a algunas sombras, pero nunca, nunca, a un atisbo real de claridad, de brisa de nuevo comienzo...