Petalos hechos de Sol

El invierno se fue y, detrás de sí, dejó también mi soledad.
El viento gira a mi alrededor y veo las luces de los astros sobre mí.
El aire parece más fresco, y las nubes están blancas, limpias.
Estiro mi mano para alcanzarlas.

Casi puedo tocarlas. ¿Serán acaso tan suaves como tu piel?
¿Tendrán el perfume de todas las flores del mundo o es solo mi imaginación?
Cuando pasas, te sigo para no perder tu dulce aroma,
aroma a flores que me embriaga.

Déjame seguirte hasta el fin de todos los jardines.
Deja que te admire, como un girasol admira al sol en cada momento del día.
En tus ojos habitan los colores de las magnolias,
y en tus labios, la simetría perfecta de las dalias.

El viento gira a mi alrededor, el aire me abraza.
Eres tan irreal como una flor hecha de viento.
Hoy es un buen día; el viento trae regocijo,
y él me lleva hasta ti.

Pensé que la soledad sería mi única compañía,
que mis penas seguirían cada uno de mis pasos.
Por miedo, escondí mi corazón detrás de las nubes.

Sin embargo, te encontré.
Eres tan hermosa…
Me enamoré de vos apenas te vi.
Eres una flor que renació repentinamente,
una flor que me llenó de color.

Descubrí las curvas de tus pétalos,
esas que tienen la forma de tu cuerpo.
Las rosas tatuadas en tu piel...
Desde entonces, no hay flores más bellas.

El mundo está lleno de tu ser.
Por favor, ven y llévame con vos.
Quiero sentir esa fragancia que nadie conoce,
ese aroma suave que se esparce.
Eres una fantasía en mi jardín.
¿Me mostrarías tus flores?

Eres mis dalias, margaritas y tulipanes,
mis rosas, mis girasoles y jazmines.
Entre tantas especies, tipos y formas,
¿cuál de todos los nombres
será el que mejor te queda?

Esa mañana me levanté,
dejé escrito en pergaminos,
pedí en todos los altares,
y rogué a todos los dioses:
"Por favor, que de todas las flores, ella sea mía".

Sigue soplando una brisa cálida y suave.
Solo quiero que mi reflejo
siga apareciendo en tus ojos.
Dime, ¿qué tengo que dar
para tener la dicha de que tus labios
sigan pronunciando mi nombre?

Dime…
¿Estarás por siempre en mi jardín?