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    Perverts de Ethel Cain y la sombra de Carl Jung

    Feb 21, 2025

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    Perverts de Ethel Cain y la sombra de Carl Jung
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    Esta semana por recomendación de un video de Matías Parkman (un youtuber que se dedica a la divulgación y reseña de música) me topé con el álbum de Ethel Cain.

    El álbum descansa en el goth sureño, con temáticas oscuras: Abuso de sustancias, relaciones tóxicas, sentirse roto y distinto. El sonido es increíble y te sumerge en esta narrativa, todo es oscuro y perturbador pero interpretado por una voz angelical de una Ethel que arrancó su camino en la música en el coro de la iglesia.

    Casualmente este descubrimiento coincide con mis lecturas sobre la teoría de la sombra de Carl Jung, la sombra que hace referencia al lado oscuro de nuestra psique. Lo que se oculta en la sombra son los rasgos, deseos e impulsos que no tienen lugar en nuestro yo ideal.

    No voy a resumir a Jung porque mi conocimiento en la psicología es bastante escaso, pero me resulta muy atractiva su forma de concluir que negar la sombra no es la solución, sino que al contrario empeora estos rasgos al tenerlos reprimidos.
    Jung considera que, deberíamos hacer un aprovechamiento de esa sombra, aceptar esos rasgos y utilizarlos de una manera positiva, integrarla, descubrir en ello rasgos que no sean dañinos para la psique.

    Escuchar este álbum con toda su temática oscura me hizo reflexionar sobre mi interacción con mi sombra, que siempre se dio de dos maneras, en primer lugar el rechazo.
    No es una reacción nada rara, de hecho es la más usual según Jung. Un rechazo tan profundo y angustiante.

    Hay muchas cosas de mi adolescencia que no las recuerdo y si las recuerdo son solo en la superficie, es decir la frase que describe la acción: "A los 15 años un patovica me sacó a upa desmayada de un boliche de la cantidad de alcohol que consumí"
    Es una frase, es la descripción de una situación pero ¿El recuerdo? el recuerdo nunca llega, a veces solo llegan imágenes como fotos, ni siquiera videos, no recuerdo olores ni sensaciones.

    Y ese rechazo no es solo dentro de mi psique, cuando me empieza a seguir en redes sociales personas que me conocieron en la peor época de mi vida las bloqueo. No quiero que me vean, no quiero que me perciban. Me recuerdan a alguien que no soy, a alguien que no conozco y que rechazo.

    Y por otro lado, lo tal vez más retorcido: atracción. Ver el lado seductor en todo eso, sentirme poderosa al haber superado la adversidad y la oscuridad, al saberme mala mujer y mala persona. Me hace sentir que puedo sobreponerme a todo, estar más allá.

    ¿Por qué nos gusta tanto las películas retorcidas? ¿por qué los personajes más siniestros ficticios y no ficticios generan tanta fascinación? ¿por qué sentí lo que sentí cuando escuché Perverts de Ethel Cain? Aunque nos dé vergüenza, hay una atracción en el lado oscuro, en la sombra. La adrenalina, la necesidad de aceptación y volverlo al otro lado, a un lado casi reivindicativo.

    Tal vez esa fascinación provenga de que contemplar la sombra de otros reales o irreales nos permite transitar por la propia sombra a una distancia segura.

    Siempre boyando en ambos extremos, el del rechazo y la atracción, todavía no logro llegar a la aceptación.
    La aceptación que libera. Ok, esto fue así, yo he sido así, yo soy así a veces. Pero es parte de mí, y se puede fusionar con lo bueno, con la luz.

    Jung da más o menos 3 pasos, anoten cual receta de programa culinario:

    1. Reconocimiento consciente, Jung dice que el primer paso es hacerse cargo y reconocer a nuestra sombra, los aspectos propios que nos asustan o nos avergüenza.

    2. Diálogo interno, Jung sugiere dialogar con nuestra sombra, entender qué necesidad concreta expresan esos aspectos.

    3. Buscar canalizar esos aspectos de manera constructiva.

    Creo que este proceso no es algo lógico como

    a ^ b -> c.

    Y aunque me gusta ser amiga del cinismo y el pesimismo, reconozco que hay avances, retrocesos, diálogos, idas y vueltas con uno mismo y el resto del mundo. Y un día sin darte cuenta tal vez estés destacando que gracias a la horrible persona que fuiste hoy podés ser otra, o ver como una fortaleza la experiencia de los aspectos desagradables.
    No sé en dónde estoy parada hoy, pero supongo que publicar esto me pone más cerca de la aceptación.

    Esperanza Garay Ucha

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