puedes quemarme viva.
puedes dejarme vacía.
puedes matarme con malicia.
puedes quitarme la vida.
y luego decir que me rocié gasolina.
y después encendí el mechero de mi enojo, hasta consumirme en llamas.
puedes decir que vendí mis sentimientos. Y doné mi corazón.
puedes decir que me suicidé al no soportar más el tormento imparable que acecha mi vida.
pero tú sabrás que me arrojaste al incendio que provocaste.
y dejaste el mechero al lado de mi cadáver.
pero tú sabrás que poco a poco vendiste mis pensamientos.
para luego, falsificar mi firma.
pero tú sabrás que mi empujaste del barranco.
en el que el fin era mi propia miseria.
quiero dormir en paz sabiendo que sufres, maldito.
quiero dormir y vivir sabiendo que tu mente es tu propia enemiga.
quiero estar en paz, sabiendo que te mueres en tu propio infierno.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión