Pequeños suicidas

El borde y la contracción del estómago como un espasmo fugaz. Los latidos del corazón retumbando en ecos adentro del pecho, hasta los oídos para escaparse por la punta de la nuca. El cuerpo transformado en pluma o papel durante unos segundos, caerá para impactar contra alguna superficie que con certeza dará la muerte y el arrepentimiento. Una contrición. Un instante previo a la última decisión habremos pensado que sería la última y de igual manera habremos ido hacia adelante sin frenos en la lengua. La gravedad dándonos esa última lección: debiste pensar con humildad en el resto, con humildad en unx mismx, con humildad desde su etimología y nacimiento mismo de la palabra con la que se erigen cultos y contradicciones. Con ese amor que tiene el reconocimiento de las limitaciones humanas y así elegir la vida, el error, el espasmo y otras caídas menos abismales, menos vertiginosas; caídas abrumadora y absurdamente simples.