Los amores de la vida
son renglones de la página anterior,
de otra pequeña vida
que ya no es mía.
Esos que pensaba cercanos
son hoy totales extraños.
Quizá todo lo que este lugar
podía ofrecerme ya está gastado.
Todo lo que alguna vez fue mío,
hoy es ajeno,
si es que alguna vez fue.
Ya no queda nada para rescatar,
para vivir.
Y para cerrar esta pequeña vida
y mirarla desde atrás, con cariño,
hay que escaparla.
Si no queda nada más que un manojo de recuerdos,
he de guardarlos,
decorados cual santuario,
a aquello que ya no tiene vida,
pero sí historia,
y dejarlos descansar.
Tomemos de lo vivido
todo aquello que nos marque.
Y dejemos el resto reposar en nosotros mismos
hasta que se esfume por su propio peso.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión