Pensamientos para el futuro argentino

La lectura de algunos textos me ha permitido pensar no sólo en la realidad, sino que también en el futuro. Aquí desarrollaré lo que creo que puede ser el accionar a futuro para mejorar la representatividad política del país. Lo expuesto aquí no tiene mérito de verdad, es una opinión formada gracias al recorrido de algunos escritos y experiencias personales.

En principio debe mencionarse que los diferentes espacios políticos deben priorizar la entrega de respuestas a la población, más que la ambición constante de permanecer o establecerse en el poder. La oposición actual tiene un dilema muy interesante, el mismo se basa en la reestructuración de sus columnas, en base a los tiempos y a los errores cometidos en el pasado. Víctor Massuh (autor al que citaré muy seguido), presenta una idea que considero muy apta para pensar el peronismo de cara al futuro del mismo. Su idea consiste en promover el apofatismo de la religión con su figura: "una doctrina que enseñaba que el mayor acto de reverencia a Dios consiste en no nombrarlo" . Es posible pensar lo mismo con figuras políticas como Cristina y Néstor Kirchner. Al nombrar a todos éstos actores políticos no se logra absolutamente nada que genere progresión al espacio. Citarlos es inútil, y es perjudicial para el lugar. Lo siguiente es crucial: Los espacios políticos deben pensar en comunicar para el afuera, no sólo para sus militantes. Aquí es preciso pensar en la producción "popular" y la producción occidental, específicamente en nuestra región: La investigación latinoamericana se sitúa explícitamente en un lugar, mientras que la occidental no lo hace de tal forma. Sin embargo, TODO el pensamiento se sitúa desde un lugar. Las figuras políticas que cité anteriormente, son sumamente polarizantes para el votante argentino, una gran parte los apoya y otra no; cualquier posición que tenga un referente histórico debe descartar la idea de ponerlo en lugar principal, ya que tal acción evoca el sentimiento de odio en muchos.

Por otro lado, los partidos políticos deben comportarse de forma estable: Nadie quiere asistir a la resolución de conflictos de quiénes nos representan. Además, deben comprender que la realidad es superior a su presencia y las palabras son meros instrumentos que permitirán llegar desde un sólo lugar al pueblo, en otras palabras: entender que la práctica es lo que tiene verdadero valor para los votantes de afuera. Una vez más, se debe pensar en quiénes NO tienen asegurado el espacio político que los representará, por lo que, consecuentemente, se debe entender que el votante no debe ser subestimado. Los ejemplos sobran para pensar esta situación, y las autoridades que hoy presiden los organismos gubernamentales, son la consecuencia de menospreciar a los electores.

Para ser mucho mas claro, es difícil ser parte de la política, se debe establecer en el medio, ser congruente con el pensamiento que predica, pero saber separarse cuando sea necesario. El futuro de la política debe ser prolijo y una vez más, citando a Massuh, se debe traer lo considerado como lógico al emocionalismo. Éstos conceptos complejos pueden reducirse en una descripción breve; es necesaria una estructura que resuelva los problemas sociales de una manera acorde a la realidad del país, en todas sus aristas (economía, sociedad, política, cultura, entre muchas otras). Las izquierdas sufren ésto y por eso, no son acompañadas, sus fundamentos se basan casi completamente en la lucha, en lo emocional, en lo cercano a los sentimientos, cuando el grueso de la población desprecia el accionar impulsivo y busca encontrar una respuesta que esté en el medio. Las derechas suelen prevalecer cuando comulgan con la sociedad, es decir, comprenden el mensaje de "la gente" y atacan hacia allí, el pasado y la realidad lo demuestran.

Para concluir esta breve exposición de ideas, quiero referirme a uno de los temas más importantes: Recordar la historia, es construir el presente y el futuro, es comenzar a pensar en un verdadero sentimiento de patria. Considero que la falta de un sentimiento real de patria es el principal problema de nuestra sociedad. Vivimos en una ilusión de patria, porque celebramos algunas fechas y ya, pero no conocemos en profundidad los sucesos que nos trajeron hasta hoy. Nuestra formación histórica es cada vez más pobre, por lo que consecuentemente, nuestra idea de lo que somos, está distorsionada por la presencia de algunos próceres, algunas fechas y no se eleva a otras esferas. Tenemos un pasado rico en producción académica, generaciones de escritores que sentaron las bases del pensamiento nacional, caudillos que encauzaron la voz de los pueblos, y muchas otras figuras relevantes. Es importante recalcar: Recordarlos no implica estancarse en la memoria, sólo conocer para entender.