PASTELES
La mañana era luminosa. Mientras esperaba que la viniesen a buscar, María, por entre el enrejado de la pequeña y alta ventana, observaba el cielo azul donde cada tanto, pequeñas y veloces nubecitas atravesaban el firmamento.
-Parecen pasteles-, pensó.
Entonces recordó las suntuosas fiestas, sus variados manjares y los deliciosos pasteles de variados colores: azules de varios pisos, separados por cremas caseras, verdes adornados con frutas de estación, oscuros de chocolate mezclados con cremas pastelera, chatos pasteles de limón y perfumados pasteles de manzana. Pasteles de harina y cerezas traídas de la campiña. Pasteles de higo, de frambuesa y frutillas… pasteles… pasteles… y más pasteles.
Aún pensaba en los pasteles cuando el carromato que la conducía se detuvo frente al cadalso, donde una multitud enfervorizada la insultaba, mientras la muchacha, bamboleando su miriñaque, ascendía por la rampa.
-Nunca imaginé que amar los pasteles me llevaría a la muerte-, pensó María con la mirada fija en el filo de la guillotina.

Roberto Dario Salica
Roberto Darío Salica Escritor de Córdoba, Argentina. A la fecha, ha publicado cinco libros, uno de cuentos para niños, poemas, relatos de la infancia y de relatos fantásticos.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión