Pasar de publicar mails a crear una plataforma de publicación libre. Nuestra historia, mi historia.
May 29, 2025

Hace más de 3 años, con mi amigo y socio José, armamos una página: innk ba. Todos los días publicábamos textos que la gente nos mandaba por mail. Sin falta. No había algoritmos, backend ni autenticación, solo una casilla y muchas ganas de construir un espacio donde escribir tuviera un valor distinto al que veíamos en otros lados. Creíamos que no había que ser un periodista reconocido o un autor de renombre para tener un espacio donde escribir o decir algo. Leíamos, editábamos, respondíamos y publicábamos. Era bastante simple pero tedioso, artesanal y para nada escalable. Aun así, funcionaba. Y sobre todo, sentíamos que estábamos haciendo algo que valía la pena. Cada feedback que recibíamos, cada mensaje de agradecimiento, o incluso un reenviado o tweet sobre la página. Todo nos nutría y motivaba a seguir.
Pero a medida que más y más personas quisieron escribir y publicar, se nos empezó a ir de las manos. Éramos solo dos personas haciendo todo el trabajo. El volumen crecía, y nuestra idea de darle lugar a cada texto empezaba a volverse insostenible. Necesitábamos automatizar, pero más que eso, necesitábamos darle al usuario la posibilidad real de publicar por sí mismo, sin depender de nosotros como filtro o puente. Queríamos que el espacio siguiera existiendo, pero que pudiera sostenerse solo. Ahí nació la idea de quaderno.
quaderno no fue una continuación directa de innk ba, fue otra cosa, algo nuevo. Si bien heredó su espíritu (o eso intentamos), no era una simple evolución técnica, era un cambio de lógica, de escala. Por eso decidimos darle otro nombre. Un nombre que nos representara mejor, que nos identificara más.
Armar quaderno fue bastante distinto. Una aplicación web construida por dos personas, desde cero, sin fondos ni equipo. Todo lo que ves, desde el diseño hasta el código, cada detalle y funcionalidad, fue pensado y construido por nosotros. Además del desarrollo, nos tocó hacer todo lo demás: responder mensajes, escribir artículos, diseñar y redactar material para las redes sociales, mantener la plataforma, resolver bugs, escuchar a los usuarios y tratar de mejorar constantemente la app para no estancarnos. Nos llevó más de dos años llegar a lo que hoy es quaderno. Dos años en los que sostuvimos el proyecto con nuestra plata y nuestro tiempo, pero con la certeza de que tarde o temprano íbamos a poder transformarlo en algo sólido.
De a poco se empezó a sumar más y más gente. Las publicaciones crecían. Llegaban textos desde distintos lugares del mundo habla hispana e incluso algunos en inglés. Hoy somos más de 10.000 usuarios registrados y hay más de 17.000 artículos publicados. Hicimos concursos con premios como un Kindle o cupones de librerías, campañas de marketing en la Feria del Libro e incluso en la Facultad de Derecho. Todo a pulmón, y con el objetivo de seguir fortaleciendo la comunidad y tratando de no perder la esencia de la misma.
En este último tiempo trabajamos en dos actualizaciones grandes. Por un lado, las notificaciones, para que cada usuario pueda saber quién lo sigue, quién le comenta, quién lo está leyendo. Un paso más para reforzar el vínculo entre quienes escriben y quienes leen. Y por otro, socios de quaderno, una forma de que aquellos que valoran el proyecto puedan apoyarlo directamente y ayudarnos a seguir construyendo esto de forma sostenible, recibiendo a cambio reconocimiento y acceso a algunos features nuevos.
En lo personal, quaderno fue una etapa de aprendizaje enorme. Fue mi primer gran proyecto como desarrollador y diseñador. Me encontré mil veces con cosas que no sabía hacer. Aprendí a base de prueba y error, y mucha frustración. Largas noches intentando levantar bugs que en su momento no podía entender, perdiéndome en google, entre tickets de stack overflow (RIP) y github discussions. Y me encantaba. Me encantaba trabajar en algo propio, que cada malhumor o alegría fuera por quaderno, por y para mi esfuerzo. Todo eso me formó. No solo en lo técnico, sino en lo humano, en lo que significa construir algo desde cero y sostenerlo cuando nadie te lo pide.
Así que, a los que bancaron el proyecto desde el primer momento, escribiendo, comentando, mandándonos mensajes o simplemente leyendo, a todos, muchas gracias. Y a los que se fueron sumando en el camino o se están sumando ahora, bienvenidos sean! Ojalá disfruten de quaderno y de esta comunidad de escritores independientes que tanto trabajo nos costó armar.
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