¿Para qué escribo?

11/07/2024

Escribo para desagotar mi mente, cuando siento que me desbordan los pensamientos, las emociones.

Cuando la vida se siente un montón.

Cuando la realidad se vuelve pesada.

Escribo.

Cuando estoy triste y necesito consuelo, o liberarme del dolor encarnizado. Del dolor que atraviesa el pecho y dificulta respirar. Cuando necesito que las lágrimas encuentren cauce, se liberen, se suelten y caigan. Caen cuando relato, cuando plasmo al papel todas las emociones que no expreso. Y las que sí, también.

Escribo por la memoria. Para recordar. Recordar-me en cada momento, en cada etapa, cada situación.

Escribo para re-conocerme.

Para re-descubrirme. Para entender un poco más. Qué sentí. Qué pasó.

Escribo para ganar perspectiva. Para tener claridad. Para discernir fantasía de realidad.

Para re-leerme y mirarme con ternura. O extrañeza. O vergüenza.

Escribo para que la compasión crezca, se agigante y me inunde.

Para que florezca cada vez más, leyendo a todas las Aye que fui, que soy, que seré.

Escribo para buscar un norte. Objetivos. Dirección.

Escribo para recordarme que puedo.

Alentarme, motivarme.

Cuidarme.

Quererme.

Escribo para atesorar en palabras tiempos que ya no son, personas que están y no están a la vez.

Escribo para guardar emociones que pueda volver a sentir.

Escribo detalladamente para recordar qué me hizo feliz. Qué me encendió. Qué me apasionó.

También escribo para recordar todo lo que NO.

Lo que dolió.

Lo que se rompió.

Para recordar tambien lo que ya no soy (ni quiero volver a ser)

Escribo para recordar mi historia, que es una sola y es finita.

Efímera.

Fugaz.

Escribo para mi pero también para todes. Porque sé que mucho de lo que pienso es compartido.

Porque las palabras también son luz.

Guía.

Disparadores.

Chispas iniciadoras de fueguitos internos.

Escribo porque me gusta.

Escribo porque me hace feliz.