Si tuviera que explicarle lo que siento, creo que no podría,
nunca podría mirarlo a los ojos y decirle lo mucho que amo cada mirada y cada risa, no podría ponerme a pensar en alguna buena palabra para expresarme, y menos mientras él me mira.
No podría describir en palabras la ternura que siento cuando lo escucho, no podría explicarle las ganas que tengo de ir y solo abrazarlo, amo cada pequeña cosa de ese nene que sabe sonreír.
Escribí tantas cosas con su nombre escondido entre letras,
que ya no puedo creer lo mucho que lo puedo llegar a amar.
Pensar en el que pasaría si le contara cada historia que me inventó antes de ir a dormir,
en qué dirá el día que lea cada carta y escuche cada playlist, sabiendo que posiblemente solo se eche a reír, pero,
¿quien sabe no?
tal vez lo lea completo o tal vez solo lo deje para más tarde, total quién se pondría a leer un cuaderno lleno de poemas escrito a tu nombre... a el no le gusta, supongo porque nunca le hicieron ni hizo esa clase de cosas, pero si tan solo supiera que él es mi inspiración en cada página y cada letra.
Está su nombre en cada canción y me acuerdo de su mirada en cualquier habitación de casa,
cualquier palabra me hace acordar de sus pavadas y cada abrazo de él me hace sentir en casa.
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