¿y qué será de mí
sin el sacrificio de su amor?
¿y seguiría siendo yo
si no fuera más que un sacrificio?
¿y qué seré yo
cuando encuentre que no soy
más que llanto, pena y esperanza?
¿y qué deberé hacer
con tanta pena que no me alcanza?
¿y, entonces,
qué será de ustedes?
Porque sé que no lo pedí,
y perdonen si reniego,
pero así como es grande mi corazón,
es grande mi esfuerzo,
y a pesar de tantos años,
solo doy pequeños pasos,
y en los zapatos asignados no quepo,
solo paso la noche en ellos,
llorando por el espacio
que no puedo aún llenar,
porque no soy esto,
no soy aquello,
no soy nada,
y en mi abstinencia me hallo,
les arrebaté el privilegio
de tomarme un descanso.
Perdón, si no me gané el derecho
de seguir existiendo.
Perdón, por querer
quedarme donde estoy
porque no entiendo
a dónde debo ir
porque no creo
en nada bueno para mí
porque sé que nadie
vendrá a buscarme
porque mi único hogar
está en el cielo
Perdón por hacer de mi vida
un limbo infinito
perdón por no cumplir ningún sueño
más que en el que me refugio
en este momento
Solo en mis cuentos
soy bailarina, músico y poeta,
solo en mi cabeza
existen las posibilidades infinitas,
prefiero mi gente
hecha de papel
porque a mi propia carne
no comprendo.
El verbo es para mí
como el fuego
para el humano,
incluso si me quemo,
no podría hallarme lejos.
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