Palabra de D.

¡La Virgen!

Son las mujeres el sostén de la Iglesia de los hombres.

Ellas muestran más fidelidad a las ceremonias. Ellas barren los templos. Ellas lavan las prendas del culto. Ellas quitan el polvo a las peanas. Ellas visten y desvisten las tallas. Ellas rascan la cera derretida. Ellas cantan. Ellas se confiesan y comulgan. Ellas sirven al cura.

Si las mujeres no hicieran todo lo que hacen, la Iglesia sería un erial abandonado.

¿Qué opina la Iglesia de las mujeres?

Desde siempre las ha considerado inferiores a los hombres, pecadoras como Eva, impuras como la Magdalena. La Virgen no tiene tetas. Ni vagina.

Las mujeres en el seno de la Santa Madre, son sirvientas.

Lo que se glorifica cuando se celebra a María, hoy en su viaje al cielo, es la sumisión, la conformidad, la laboriosidad, el recato, el silencio, la oración, la devoción... y la virginidad.

El sexo en la mujer, para ser bueno, debe no existir. La Virgen María no conoció varón.

Solo la procreación justifica un acto tan sucio y pecaminoso. La mujer ha de estar disponible para el hombre, su marido, pero no debe gozar, tan solo consentir. Quizás hoy no lo digan, pero siempre fue así.

"Hágase en mí según tu palabra".

Mujeres, vais a donde os desprecian.

Carta de San Pablo a los corintios 14:34.

"Que las mujeres guarden silencio en las reuniones. No les está pues, permitido hablar, sino que deben mostrarse recatadas como manda la Ley. Y si quieren aprender algo que pregunten en casa a sus maridos, pues no es decoroso que la mujer hable en la asamblea."

Cabreo de D.