Ojos inocentes de adorar

¿Qué pasa si no te quiero de carne y hueso?

Si solo te quiero desear,

Si solo te quiero pensar,

Y qué pasa si no quiero eso,

Porque realmente sí te quiero.

Pero ¿si me caigo y no estás?

¿Si me equivoco y te vas?

Se vuelve una fría realidad,

Me culparía porque acepté

Que des pasos descalzos en mi cuerpo flotando, que me bajes,

Me abraces y me lleves

Por lugares en los que no puedo caminar,

En las que no estoy acostumbrada a flotar.

Me culparía por culparme,

Porque no me gusta llorar,

No me gusta ahogarme

Sabiendo que no hay quien pueda rescatarme

Si te vas, y si te vas,

Yo no voy a estar,

Porque me alejo de mí

Cada vez que te vas.

No me podría salvar

Esta ves no podría aguantar otro dolor más,

Otra despedida imprevista

Sin un beso de despedida,

Sin una última caricia,

Sin ver tus ojos inocentes de adorar.

Algo marcó tanto mi corazón

Que no me deja profundizar

En los mares de tus serenos ojos

Incrustados en mi corazón,

En los cimientos de tu cuerpo enraizado,

En tus palabras notorias de cantos ajenos al dolor,

En tu voz afinada y delicada de tanto amar,

En tu voz afilada cuando decís que me amas.

En lo mucho que te lanzas al mar

Sin pensar en lo que pueda pasar,

Caminas sin preocupaciones de las aflicciones,

¡qué envidiable tu danzar!

Quisiera amar como vos me amas.

¿Y qué pasa si decido amarte?

Pero ¿si me caigo y no estás?

¿Si me enriedo y te vas?

¿Y si

me quedo

y

vos te vas…?